Cómo tomar una fotografía a la Luna

Por estos días estamos presenciando una hermosa luna llena en la ciudad de Medellín y en otras ciudades del país, según registros de colegas.

Aunque no es una superluna (fenómeno que se presente cuando coincide la fase de luna llena y el máximo acercamiento de ésta a la tierra – perigeo), el brillo de la Reina Selene y la claridad del firmamento han dejado a más de uno con la “boca abierta”.

En este texto quiero explicarte cómo logré una fotografía de Luna, utilizando una cámara reflex y una lente teleobjetivo estándar.

La elección del lugar

En la astrofotografía es indispensable ubicar un espacio alejado de las ciudades. La cantidad de luz que emiten las urbes impide que el cielo nocturno alcance un color negro y los cuerpos celestes (estrellas, planetas y lunas) logren su más alto brillo.

Mientras más lejos estés de las fuentes de luz, más claridad tendrán tus fotografías.

Además, la oscuridad beneficiará nuestros ojos, pues seremos capaces de identificar los pequeños detalles de la toma.

En la elección del sitio también es necesario conocer el estado del tiempo. La nubosidad o la lluvia juegan claramente en contra de una buena fotografía.

La composición

Trata de lograr la mejor armonía entre la Luna y los demás objetos que están en el encuadre. Una arboleda, el techo de una casa o las montañas pueden lograr que tu fotografía tenga mayor peso.

Procura que estos objetos estén bastante retirados, pues tu enfoque está sobre la Luna. Objeto cercano seguro estará fuera de foco. Y aquí la protagonista es la Reina Selene.

Ten presente que las mejores horas son el atardecer y el amanecer, pues la Luna está cerca del horizonte y es más cómoda la composición. Infortunadamente, en mi ciudad, que se ubica en un valle, es bastante complejo lograr tomas tempranas de la Luna.

¿Cámara o teléfono móvil?

Sí, el iPhone 11 Pro y el Huawei P30 Pro son muy buenos con sus cámaras, pero trata de hacerte a una cámara fotográfica, con controles manuales y un sensor de buenas dimensiones.

Para mi caso utilizo una Canon Mark II, de 32 megapíxeles, con un sensor de 22.3 por 14.9 milímetros. También he logrado buenas imágenes con una Canon T3, de 12 megapíxeles y un sensor de 22.2 por 14.8 milímetros.

Al momento de editar la imagen agradecerás tener unas buenas características.

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Un buen zoom

La Luna está ubicada a 384.400 kilómetros de la tierra. Esta distancia es la misma que viajar de Colombia a Nueva Zelanda ¡32 veces!… Y Nueva Zelanda está bastante lejos. Así que necesitarás una buena lente.

La imagen que acompaña este artículo fue capturada con un teleobjetivo estándar de 300 milímetros. Lo ideal sería un súper objetivo de 400 milímetros o más. Eso sí, a mayor distancia focal, mayor costo del dispositivo, y aquí estamos trabajando con fotografía aficionada.

Renuncia a la cámara en mano

Al trabajar con una lente en su máxima distancia focal cualquier movimiento de nuestras manos quedará reflejado en la fotografía. Haz el intento y te darás cuenta de lo que hablo.

La solución es un trípode, pues mantendrá la cámara en posición.

Yo utilizo dos trípodes. Uno Vivitar y un Manfrotto MTPIXI-B. Este último es muy cómodo de transportar y logra unos buenos resultados. Sin embargo, para este tipo de tomas (pues utilizo la cámara con la lente más pesada) prefiero el Vivitar.

Mando a distancia

Otro gadget que tributa a una buena fotografía lunar es un control remoto. Este permite accionar el obturador sin sujetar la cámara.

Este dispositivo funciona a través de infrarrojo, por lo que debe tener línea visual con el sensor de la cámara, que normalmente se ubica a lado derecho de la lente.

Recuerda activar el temporizador (recomiendo que sea el de dos segundos), pues de lo contrario no funcionará.

Configuración manual

Aquí vamos a trabajar con el triángulo de exposición.

La sensibilidad puede estar entre ISO 100 y 200. Sensibilidades más altas permitirán una velocidad de obturación mayor, pero se generarán granos en la imagen.

El diafragma puede estar entre f10 y f16. Ya tu lente indicará cuál medida es la máxima que permite. Es un diafragma cerrado lo que permite una mayor área de enfoque. Así, puedes lograr que la Luna y los otros objetos de la composición queden legibles.

Por último, la velocidad de obturación debe ser rápida. ¡Sí, rápida! Sabemos que es una fotografía nocturna, pero el brillo de la Luna es alto y no necesitamos dejar una exposición alta.

Para la imagen que anexo, mi configuración fue:

• Exposición: 1/500 segundos
• Diafragma: 5,6
• ISO: 200
• Distancia focal: 300 mm
• Marca: Canon
• Modelo: Canon EOS 5D Mark II
• Lente: EF75 – 300 mm f/4-5.6

Por último, y la mayor recomendación es, prueba una y otra vez. La experiencia se logra en el campo. Más allá de lo que he mencionado, toma tú cámara y sal a tomar fotografías.

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Por:
Juan Carlos Morales S.
Comunicador y educador
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