¿Es Medellín una ciudad elitista en su modelo educativo?

Hace un par de minutos recibí un mensaje -vía WhatsApp- que decía “¿Qué te parece?”. Adjunto a él una publicación en Instagram de la Universidad de Medellín, acompañada del texto: “Y a ti, dónde te gustaría vivir? Conoce #VivesUdeMedellín: un espacio para vivir con calidad. ¡Conócelo!

Revisando los datos de la publicación, en menos de 24 horas ha superado los 1.000 comentarios y más de 22.300 reproducciones. Solo en Instagram. En números, un completo éxito; pero en valoración cualitativa, un absoluto fracaso.

Algunos de los comentarios en esta red social:

@valrest: “JAJAJAJAJAJAJJA ni que la universidad estuviese ubicada en la zona rosa de medellin. Están a lado de barrios de estratos bajos y con temas de violencia y delincuencia bien delicados. Ahora resulta que la UDM Se vende como la más estrato 50”.

@soykevinjo: “Es real? No puedo creer esto. Súper clasista. Que oso”.

@hoynonat: “Me parece una completa falta de respeto que una universidad con facultad de comunicación, y sobre todo con una carrera de comunicación audiovisual, salga con un producto como este, que es completamente clasista y elitista”.

Sorprendido por lo que estaba pasando, busqué la misma publicación en Twitter. Los datos, aunque mucho más bajos, también generan curiosidad si se comparan con la media de interacción de la cuenta: más de 12 mil reproducciones, 66 comentarios, 2 retweets y 20 “me gusta”.

Algunos comentarios en Twitter:

@this_lorena: “Bueno, ustedes creen que un estudiante universitario que no está generando sus propios ingresos, tiene la facultad económica para decidir «en dónde le gustaría vivir?» Bendito sea Dios….”

@Aleja_Ramy: “Y aun no lo borran ni de Twitter ni de instagram para ellos eso fue una joya audiovisual…”

@Melissagp4: “Si se relaciona el texto con el video, tiene sentido, brindar “un espacio para vivir con calidad”. Sin embargo, no hubiesen tenido necesidad alguna de hacer tal comparación, ya que si visualizamos el video sin que haya texto, lo que se logra interpretar es “clasismo social”.

Y, para dar el recorrido completo, me fui para Facebook y me encontré con esto: 458 reacciones (305 “Me enoja”, 89 “Me divierte”, 31 “Me gusta”, 16 “Me asombra”, 14 “Me entristece”, 3 “Me encanta”), 173 comentarios, más de 11.000 reproducciones y 141 veces compartido. Una vez más, los datos superan con creces la interacción media.

(Datos obtenidos el 31 de julio a las 20:00 horas)

La manzana de la discordia

Según logro entender, la Universidad de Medellín tiene un programa de residencias estudiantiles llamado “Vives”. Este servicio está dirigido, especialmente, a los alumnos de la Institución que vienen de otros municipios y departamentos (incluso, de otros países) que tienen dificultades con el arrendamiento de espacios para vivienda. Es una figura que también tienen otras instituciones de educación superior del país.

La publicación en mención busca promocionar el servicio entre los estudiantes actuales y, de una u otra forma, ser un factor diferenciador de interés para aspirantes. Así, desde este punto de vista, no me parece desacertado el mensaje.

La discordia se presenta en el contenido del recurso compartido, en la narrativa del video y en lo frágil del mensaje cuando es expuesto a las redes sociales.

Mira el video:

(Actualización: el video fue eliminado por la Universidad de Medellín. Comparto algunas imágenes)

Desde mi punto de vista, la utilización del símil como recurso narrativo afecta el guion y la intención del recurso. Además, el uso desacertado de significados y situaciones cliché fortalecen la (mal) interpretación de la audiencia y da pie para recibir “toneladas” de mensajes en contra.

Los detalles del video

• El sonido del despertador es diferente. Mientras que el estudiante que no está en el programa (estudiante 1) tiene un sonido análogo, el que está inscrito en Vives (estudiante 2) tiene un sonido digital. ¿Será que tiene un mensaje entre líneas?.
• La hora en que despiertan los estudiantes son diferentes. El estudiante 1 despierta a las 4:00 am., y el estudiante 2 a las 5:00 am. En general, es un buen recurso, considero. Me da a entender que las residencias son en el mismo sector de la Universidad. Pero ¿es malo vivir en otro barrio de la ciudad?
• Preocupa la falta de agua del estudiante 1, toda vez que la municipalidad ha hecho un esfuerzo grande por llevar agua potable a todos los hogares del territorio. Creería que si algún estudiante de la UdeM tiene estas dificultades hay que tomar medidas, pues el agua no es solo para una ducha.
• ¿Es tan malo el chocolate? El estudiante 1 apuesta por el chocolate como la primera bebida del día, mientras el estudiante 2 se va por el café. Ambas bebidas son deliciosas, pero el recurso del símil da a entender que el chocolate no es la mejor opción… ¡Y no! yo prefiero el chocolate al café.
• El estudiante 2, utilizando un horno microondas, prepara su desayuno: cruasán, dos rebanadas de queso blanco y algo más que no acabo de identificar (y el café, que ya lo mencioné). El estudiante 1, con parrilla en mano, calienta una arepa (producto típico de la región) y un “huevo revuelto” (imagino que cocinado en una cacerola con una gota de aceite). Y pues, el símil vuelve a ser desacertado: ¿es incorrecto el desayuno con arepa? Si es así, pues mi pregrado, mis dos especializaciones y mi maestría son un milagro, pues casi todos los días desayuno arepa.
• Y por último está el transporte. De esto no hay mucho por decir. Simplemente, hay que destacar que la UdeM tiene una estación de Metroplús (que lleva su mismo nombre) y desde allí el estudiante puede conectarse con toda la ciudad.

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La historia no es nueva

Lo más curioso (triste, incluso) es que la historia ya se presentó. El pasado 20 de marzo, la Agencia para la Educación Superior de Medellín – Sapiencia, una institución de la municipalidad, compartió un video en redes sociales que comparaba el éxito profesional con conducir un vehículo marca BMW y recibir un tinto en el escritorio a primera hora. Al final, el narrador del recurso decía “Recuerda que tu futuro no tiene segundas oportunidades”.

En una entrevista para la Revista Semana, la directora de Sapiencia, María Clara Ramírez dice que

“todo hace parte de una gran estrategia publicitaria en la que ven diferentes tipos de sueños, y así como en este video aparece un carro de alta gama, en otros aparece una bicicleta eléctrica o un joven transportándose en metro o bus”.

Infortunadamente los otros videos no tuvieron el mismo impacto.

¿Somos elitistas?

Considero que no. La ciudad tiene un ecosistema académico amplio, incluyente y de alta calidad. La Institución Universitaria Pascual Bravo, el ITM y el Colegio Mayor son las tres instituciones públicas de la ciudad y en sus campus se reúnen decenas de miles de niños, jóvenes y adultos para construir y fortalecer sus sueños, son segundas (terceras, cuartas, quintas…) oportunidades. Sin contar las instituciones públicas de orden departamental y nacional.

Además, la ciudad y el Área Metropolitana cuentan con diferentes instituciones privadas, como la Universidad Cooperativa de Colombia, la Institución Universitaria CEIPA, la Universidad EAFIT y la Universidad Pontificia Bolivariana, que han logrado importantes avances de orden académico e investigativo, como lo han hecho las IES públicas.

Además, espacios como el Comité Universidad Empresa Estado demuestran el compromiso de todos por consolidar la educación como motor para la transformación de la región.

¡Sí, falta mucho! Pero hay esfuerzos importantes y deben reconocerse.

Lo que sucede en estos dos videos son imprecisiones de los equipos de comunicaciones. Grandes imprecisiones. Situaciones que evidencian la necesidad de conectar más con las audiencias, conocer sus discursos y expectativas. Pero, sobre todo, con la capacidad de reconocer las imprecisiones, pedir disculpas y retirar las publicaciones a tiempo.

Al momento de terminar este texto, la Universidad de Medellín no ha retirado el video… y las interacciones continúan.

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Por:
Juan Carlos Morales S.
Comunicador y educador
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