Decálogo para comunidades virtuales
En términos generales, las comunidades alcanzan su éxito y relevancia gracias a las normas (tácitas o explícitas) que orientan el comportamiento ético de sus miembros y propenden por una gestión de conocimiento veraz y suficiente.
Existen otras consideraciones (como asuntos de orden social, político o tecnológico) que pueden llegar a limitar lo anterior, pero el foco de la normativa en las comunidades se centra en las personas y en cómo ellas logran interactuar entre sí.
Esto en el entendido que las comunidades están conformadas por personas. Ahora, con la aparición de la Inteligencia Artificial, se abre una nueva tarea sobre la participación de los “algoritmos” en entornos que -hasta hace unos años- eran netamente humanos.
Pero eso es tarea de otro texto. Por lo pronto, continuemos con los grupos de personas.
Características de las comunidades virtuales
Para comprender el objetivo de esta publicación, es preciso anotar las características de las comunidades virtuales que identifica el periodista Luis Ángel Fernández H.:
- Participación.
- Interacción.
- Crecimiento.
Por participación se entiende la posibilidad que ofrece el entorno para que los usuarios agreguen, editen, eliminen, comenten y moderen conversaciones.
La interacción se hace presente cuando dos o más usuarios comienzan a intercambiar mensajes, ideas, informaciones y experiencias, en una clara intención por lograr una gestión de conocimiento en red.
Y el crecimiento se evidencia en la anexión de nuevos participantes y el aumento en la oferta de información y conocimiento.
Así, como lo comenta Fernández, aparece la fórmula PIC (Participación – Interacción – Crecimiento) que es la base para comprender cualquier comunidad de usuarios, incluso ajena a la web.
¿Por qué un decálogo?
Como si se tratase de los diez mandamientos del cristianismo o los códigos de ética periodística (por mencionar dos ejemplos), proponer un decálogo para las comunidades virtuales permite que sus participantes orienten su quehacer y se identifiquen entre ellos mismos.
El decálogo permite, además, enunciar brevemente lo que se espera en la participación, a dónde se pretende llegar con la interacción y cuáles son los límites (si es que existen) en el crecimiento.
En algunos escenarios el decálogo podrá ser “palabra de dios”; mientras que otros, se podrá utilizar como guía para la solución de crisis o similares.
Por último, como se mencionó al inicio, este conjunto de normas podrá ser explícito, es decir, aparecerá de manera clara y precisa para su permanente consulta; o simplemente estará en el imaginario colectivo de los usuarios participantes: “sabemos que hay que hacer las cosas bien”.
Decálogo de comunidades virtuales
- Sé respetuoso con los demás.
- Sé curioso en cada conversación.
- Sé claro, preciso y veraz.
- Sé amable y empático.
- Sé humilde y solidario.
- Tómate el tiempo antes de participar.
- La gamificación es solo un juego.
- Acepta la diversidad de opiniones.
- Protege tu privacidad y la de los demás.
- Cuida tu salud.
¿Necesitas asesoría en comunicación digital?
Diseña y optimiza tus proyectos en comunicación digital, entregando una mejor experiencia a tus usuarios y potenciando el valor de tu marca.
Conversemos
Explicación del decálogo
Para una mejor exposición de la propuesta, revisemos cada uno de los elementos del decálogo para comunidades virtuales.
Ser respetuoso con los demás es una invitación a ofrecer un trato digno a los otros participantes de la comunidad, sin importar su condición política, religiosa, étnica e intelectual. Todas las personas, independiente de, merecen ser tratadas con respeto.
Ser curioso en cada conversación fomenta la interacción y el crecimiento de la comunidad. Las preguntas son detonantes de conversaciones y permiten que el conocimiento se extienda. Esto exige que los usuarios tengan habilidades en la formulación de preguntas y solicitudes de ampliación de detalles cuando alguna situación no sea clara o suficiente.
Ser claro, preciso y veraz permite que los datos y la información compartida se oriente hacia la construcción de conocimiento significativo.
- Ser claro exige habilidades narrativas: entender el medio de comunicación, aprovechar las posibilidades lingüísticas y alinear el discurso al universo en el que se gesta la comunidad.
- Ser preciso supone la construcción de mensajes que evitan la incertidumbre en la interacción.
- Ser veraz va sobre el compromiso con la verdad, entendiendo que ella (en muchos casos) no será absoluta.
Ser amable y empático se alinea con el respeto, pero agrega nuevos elementos psicológicos y sociológicos que buscan conectar a los participantes. Se trata generar un ambiente amigable, donde unos y otros comprenden sus debilidades y temores, y explotan las posibilidades y fortalezas.
Ser humilde y solidario son quizá las recomendaciones más importantes en la interacción humana.
- Ser humilde es comprender las debilidades y fortalezas propias y actuar conforme a ellas. Es, además, reconocer los errores y presentar (no solicitar) excusas por ello.
- Ser solidario es ayudar a los demás sin esperar algo a cambio. Esta cualidad es sinónimo de desprendimiento.
Tomarse el tiempo antes de participar permite identificar, organizar y conectar (en una narrativa hipertextual) las ideas, preguntas, soluciones y experiencias. Incluso, ayuda a valorar la prudencia en la participación. Y, como lo dicta el refrán: “la prudencia hace verdaderos sabios”.
Entender la gamificación como un juego posibilita la sana competitividad entre los usuarios y fomenta la calidad en la gestión del conocimiento. Por otra parte, así como en el aprendizaje, existen diferentes estilos de participación y lo que pretende este mecanismo es lograr una experiencia significativa para quienes así lo requieren.
Aceptar la diversidad en las opiniones es la puerta de entrada a nuevos conocimientos. Como se mencionó, no existe una verdad absoluta (salvo algunas situaciones que se enmarcan en las ciencias exactas) lo que supone ilimitadas posibilidades de construir nuevos escenarios y significados.
Proteger la privacidad propia y la de los demás es un acto de responsabilidad digital, que previene el ciberacoso, la discriminación y cualquier otra situación de vulnerabilidad personal, familiar, profesional y social de los participantes.
Por último, cuidar la salud es el mayor compromiso consigo mismo. Hay que ser oportuno en las pausas; las comunidades virtuales no precisamente eso: virtuales. Existe un mundo hermoso, colorido, alegre y tranquilo que espera por cada uno. Hay que aprender a tomar pausas y distancias cuando sea necesario.
A modo de cierre
En un mundo hiperconectado, las comunidades virtuales son excelentes canales para la apropiación del conocimiento y la extensión de las relaciones sociales. Son una herramienta útil para la educación, la empresa y el disfrute que permite Internet.
Sin embargo, al estar conformadas y gestionadas por personas, es recomendable que se establezcan condiciones mínimas de comportamiento y participación.
Este decálogo es una propuesta, una orientación que está abierta a la conversación, al debate y la construcción participativa y colaborativa.
Quizá, sea el punto de partida para nuevas comunidades, el espacio que estaban buscando algunas o una simple pausa para aquellas que ya tienen sus condiciones establecidas.
Este contenido hace parte de la ruta de aprendizaje Quiero ser Experto de Producto Google. Ingresa a ella para conocer más sobre esta comunidad de usuarios.
Tu aporte nos permite crear contenidos. Tu apoyo desde Nequi
¡Vamos por los 25.000 suscriptores en YouTube! Suscríbete
¿Tienes una pregunta sobre el artículo? Cuéntanos en los comentarios. Además, si buscas información sobre un tema y no está disponible, anótalo a continuación para agregarlo a nuestra agenda de contenidos.
—
Por:
Juan Carlos Morales S.
Comunicador y educador
YouTube | LinkedIn | Instagram | Twitter
Decálogo para comunidades virtuales por juancadotcom se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-CompartirIgual 4.0 Internaciona . Basada en una obra en https://e-lexia.com/blog .