Hablando sobre e-Learning
Hace unos días recibí una invitación de la Universidad Galileo (de donde soy egresado) para compartir algunas experiencias con estudiantes de la Maestría en Dirección y Producción de e-Learning.
La charla se realizó vía Internet, permitiendo conectar participantes de México, Colombia, Guatemala y otros países de América Latina. Una sesión bastante especial y significativa para mi.
La intención, según me expresó la profesora Magali Lara, coordinadora el espacio académico, era sencilla: compartir mi experiencia como estudiante, profesor, diseñador y gerente de proyectos e-Learning.i
Debo decir que la profesora Lara había sido mi profesora años atrás. Al parecer, mi rendimiento académico y -especialmente- un trabajo que realicé con otros compañeros de estudio sirvieron como criterio para recibir la invitación.
Al finalizar el evento, me comprometí con los estudiantes a enviar un material de investigación sobre la educación virtual y algunos referentes sobre el tema en Colombia. De ahí esta entrada.
Asesor de Mineducación
Como no había un guión, inicié contando mi experiencia como Asesor del Ministerio de Educación Nacional – MEN, durante los años 2008 y 2013. Aquí algunos apartes.
En el proyecto e-Learning del MEN tuve la fortuna de conocer grandes académicos de diferentes instituciones de educación superior de país. Algunos eran rectores, otros vicerrectores y otros tantos profesores – investigadores. Y sobre sus profesiones: ingenieros, pedagogos, comunicadores, sicólogos, entre otros.
Esa mixtura de personas me permitió entender que la educación era un asunto de todos.
Nota: De ese momento destaco la amistad con Diego Mazo Cuervo, Jorge Gallego y Miguel Hernández.
El proyecto pretendía crear 100 programas profesionales bajo esta metodología. Para ello se utilizó el documento: «Propuesta de Metodología para Transformar Programas Presenciales a Virtuales o e-Learning«, escrito por la Asociación e-Learning 2.0 Colombia.
Ésta aborda las fases de un proyecto de educación virtual bajo cuatro dimensiones: lo organizacional, lo pedagógico, lo comunicativo y lo tecnológico.
Sobre lo organizacional escribí una entrada hace varias semanas.
Por mi formación, acompañé varias universidades del país en lo comunicativo, definiendo elementos como:
- Lineamientos comunicativos
- Matriz de recursos educativos educativos y medios didácticos
- Procesos de diseño, producción y evaluación de recursos
- Estructuración del equipo de producción
- Evaluación y adquisición de equipos y aplicaciones para la producción
La experiencia, que duró casi cinco años, me mostró una opción de vida profesional y la oportunidad de aportar al desarrollo de mi país.
Hoy sigo considerando que la educación virtual se apoya en esas cuatro dimensiones, pero que debe existir una más, que sea transversal: I+D+i.
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Como empresario
Otra experiencia significativa en mi vida profesional fue la creación de e-Lexia, una empresa de comunicación digital y educación bajo ambientes electrónicos de aprendizaje.
Hablar de todo lo que viví supondría varias entradas, pues los momentos con socios, colaboradores, clientes, proveedores y amigos fueron tantísimos.
Algunos apartes de lo que comenté en la videoconferencia:
En 2006, siendo estudiante de la Universidad de Antioquia, me di a la tarea de apoyar un proyecto de emprendimiento empresarial que había ideado mi hermano mayor y algunos sus amigos.
El objetivo de la empresa era replicar el ejercicio académico que realizaban en Altair, un proyecto de producción de contenidos educativos y culturales.
En palabras sencillas, sentía en ellos un afán por producir dinero a partir de su experiencia de investigación. Años después entendí que ese proceso se conoce como spin-off.
Infortunadamente, en el camino fueron abandonando el proyecto y solo quedamos mi hermano y yo. Al final, crear empresa no es una opción segura. El riesgo y dedicación son altísimos. De ahí que sean muchos los llamados de desertar.
En e-Lexia aprendí que la comunicación es una ciencia fundamental en los procesos educativos y culturales de toda empresa. Gracias a ella se logra realizar gestión de conocimiento, alinear los comportamientos a una línea filosófica y crear relaciones profundas con las audiencias, entre otros.
e-Lexia logró desarrollar en mí lo que nunca pudo hacer la universidad: enamorarme de mi profesión.
De mi empresa también recuerdo sus inicios como persona jurídica. Algunos:
- El traumatismo financiero
- Las eternas reuniones con asesores financieros, contables y jurídicos, tratando de explicar el modelo de negocio y cómo un servicio (un intangible) podría significar beneficios a muchos clientes
- El diseño de estrategias comerciales que luchaban por persuadir a clientes a adquirir estrategias de comunicación digital corporativa y combatir con los anuncios en carteleras que decían: «Su sitio web por menos de 200 dólares»
- La planeación de estrategias de talento humano, donde se definían temas salariales, prestaciones sociales y beneficios extralegales
Durante más de ocho años no fui empleado. Estuve del otro lado. Y comprendí muchos comportamientos propios del mundo empresarial.
Cuando fui estudiante virtual
Otra de las experiencias que compartí con los asistentes a la videoconferencia fue mi época como estudiante virtual. Algunos puntos:
Como estudiante, conocí la virtualidad gracias a la oferta de cursos del SENA. Recuerdo que participé en cursos cortos de inglés, emprendimiento y producción de contenidos.
Debo decir que la producción de contenidos no era la mejor, pues los niveles de interactividad, la arquitectura de información, la redacción de contenidos con características web y el cumplimiento de estándares de usabilidad no eran las mejores. Pero, al final, el ejercicio del SENA era bueno, comparado con lo que hacían otras instituciones de educación colombianas.
Esta pequeña experiencia me enseñó que la educación virtual exige características del estudiantes virtual, entre ellas la responsabilidad y el manejo del tiempo.
Sobre el tema, hace varios meses escribí «Los cinco mandamientos del estudiante virtual«.
Luego de finalizar mis estudios profesionales me di a la tarea de buscar un programa de posgrado. Fue entonces cuando llegué a una especialización en periodismo electrónico.
Fue mi primera experiencia como estudiante virtual de un programa formal.
Allí aprendí cosas buenas, debo reconocerlo. Pero también lo que no se debe hacer:
- Promesas de virtualidad 100% que exigían presencialidad, solo porque la Universidad conocía mi lugar de residencia
- Profesores que tomaban vacaciones en mitad del curso y no volvían a responder hasta dos o tres semanas
- Contenidos que no eran de autoría propia, sino una colcha de retazos de búsquedas en Google
- Momentos sincrónicos donde la interacción del estudiante era casi nula
- Procesos administrativos inexistentes o confusos
Pero, afortunadamente, identifiqué estas debilidades y aprendí de cada una de ellas. Espero que mi Universidad también lo haya hecho.
Tweets sobre e-Learning
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Mi Maestría en e-Learning
Por último, llegué a Galileo, una universidad guatemalteca que ha estado explorando, investigando y creando en la virtualidad.
Lo más curioso del asunto fue cómo me enteré de la Universidad: alguna vez, leyendo un anuncio en un grupo Facebook sobre diseño instruccional me enteré de un MOOC sobre «Fundamentos del e-Learning».
Sin pensarlo, ingresé a la página de inscripción y dejé mis datos. Semanas después estaba estudiando con más de mil personas de todo el mundo.
Inicié mi proceso juicioso, pero la cantidad de contenidos y la imposibilidad de seguir un foro de discusión (por la cantidad de participaciones) fue frustrante y no continué el aprendizaje. Sin embargo, descargué los contenidos y aprendí en solitario.
Luego del cierre del MOOC la Universidad envió una tarjeta electrónica. Su mensaje era una invitación de participar en una Maestria. ¡Qué buena estrategia!: me regalan un confite y luego me venden la bolsa. Es válido.
Me matriculé y durante dos años aprendí sobre producción y dirección de procesos de formación virtual.
Los resultados fueron excelentes: tres artículos científicos publicados, una decena de contenidos diseñados que apoyaron mis diferentes trabajos y un reconocimiento Summa Cum Laude y mejor egresado de la Universidad.
Hoy estoy en la búsqueda de mi doctorado. Esta vez quiero apostarle a algo presencial. Esperemos en qué termina.
Cierre de la conferencia
Luego de dos horas de compartir mi experiencia con los estudiantes, la profesora Lara dio por terminada la sesión. Había quedado algunos aprendizajes, retos e inquietudes. Sé que tenía mucho más compartir, pero por ahora estaba bien.
Cerré la sesión y me dí a la tarea de escribir esta entrada. Aquí voy. Tengo mucho más por escribir, pero sé que hay mucho más por descubrir.
Gracias a la Universidad Galileo por la invitación.
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Por:
Juan Carlos Morales S.
Comunicador y educador
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