Para qué crear un canal de YouTube

Antes de iniciarse en YouTube es importante preguntarse para qué crear el canal.

En términos estratégicos, se trata de identificar y describir cuáles son los objetivos que se esperan alcanzar en el corto, mediano y largo plazo.

Esta pregunta es válida para cualquier tipo de proyecto: personal, empresarial, cultural, gubernamental, sin ánimo de lucro, entre otros.

Y es que todos los canales, independiente de su extensión, deben responder -como mínimo- a un objetivo.

De la claridad y suficiencia de este «para qué» se desprende el proyecto profesional del futuro YouTuber y la valoración sobre qué tanto está tributando la estrategia de contenidos al mismo.

Si no existe respuesta o ella es confusa, es probable que el canal no logre construir su propia identidad y superar las expectativas de impacto, pues las estrategias de marca, contenidos e interacción estarán guiadas por esfuerzos efímeros e improvisados.

Así pues, ¿para qué crear un canal en YouTube? A continuación se presentan algunas ideas.

Para ser famoso

Aprovechar los servicios y las posibilidades que ofrece YouTube como medio para lograr la fama es totalmente válido y posible

Incluso, esta situación es parte de los imaginarios de niños y jóvenes de los últimos años. En las décadas previas al siglo XXI, estos añoraban convertirse en médicos, astronautas o empresarios. Hoy día el ejercicio profesional de crear contenidos digitales se suma a la lista de posibilidades en sus proyectos de vida.

Retomando, gracias a la cobertura y el alcance global que logra YouTube, las personas acuden a la plataforma para presentarse; compartir sus historias, habilidades o particularidades, y crear comunidades alrededor de su marca personal. Todo esto con la esperanza de convertirse en figuras públicas.

Incluso, los mismos famosos aprovechan las herramientas y posibilidades de la plataforma para aumentar, consolidar y fidelizar sus audiencias.

La reflexión que continúa es valorar qué tan preparado se está para la fama, especialmente en el riesgo que supone una «fama negativa», es decir, aquella que proviene de una situación adversa, ridícula o incómoda.

Ejemplos de esa «fama negativa» son los protagonistas de memes y videos virales que advierten dificultades en sus vidas personales, familiares, sociales y laborales a causa de esa exposición web no solicitada.

En resumen, si el objetivo es convertirse en un personaje famoso, YouTube es una buena herramienta, pero hay que considerar lo que ello supone.

Para ganar dinero

Es posible obtener provecho económico de una estrategia de marca y contenidos basada en YouTube.

De manera nativa, la plataforma entrega dos posibilidades, sin que estas limiten la imaginación y posibilidades del YouTuber para diseñar y lograr nuevos escenarios de financiación.

Anuncios publicitarios

Por un parte, la plataforma permite la monetización del canal a través de un sistema de anuncios publicitarios. Esto es, en palabras sencillas, presentar mensajes comerciales antes, durante y después de los videos que comparte el creador en su canal.

De acuerdo con la visualización y retención del video, la audiencia a la que está impactando y el sector al que pertenecen el contenido y el anuncio, entre otras, el YouTuber obtiene beneficios económicos sobre el pago que el anunciante realiza a Google.

Estos beneficios se acumulan día a día en la plataforma Google Adsense y una vez se ha superado el umbral de pago el sistema realiza una consignación a la cuenta bancaria que ha definido el propietario del canal.

Monetización alternativa

La segunda posibilidad para ganar dinero en YouTube está en la monetización alternativa. Esta se refiere al apoyo económico que entrega la comunidad de usuarios al YouTuber a cambio de algún beneficio.

El programa de monetización alternativa es amplio y seguro entregará más posibilidades en el futuro. Por lo pronto estos son los mecanismos habilitados:

• Membresías del canal.
• Superchats.
• Superstickers.
• Superthanks.
• Shopping.

Cada una de estas posibilidades de financiación apunta a un objetivo. La recomendación es revisarlas a detalle y elegir las que mejor se ajusten a las habilidades e intenciones del YouTuber, así como la capacidad de pago de la audiencia.

En el canal YouTube «Escuela Digital» puedes encontrar más videos sobre el tema.

En el canal YouTube «Escuela Digital» puedes encontrar más videos sobre el tema.

La monetización más allá de YouTube

Por último, YouTube también puede configurarse como uno de los «brazos» de un sistema de monetización mayor, es decir, utilizarlo como canal alternativo para la generación de ingresos de un proyecto o una empresa.

Un ejemplo de lo anterior es el canal “Invertir Mejor”, del economista Juan Diego Gómez. Este medio se identifica claramente como una estrategia más de rentabilidad para su modelo de negocio.

Juan Diego, además de crear contenidos audiovisuales, escribe libros y presenta conferencias a nivel mundial sobre finanzas personales.

Asimismo, el canal sirve como vitrina para impulsar estos últimos productos y servicios, es decir, desde allí se promocionan los recursos editoriales y los encuentros presenciales.

Al final, Juan Diego logra el máximo provecho del medio digital que ha creado.

Para crear comunidades

A través de YouTube es posible cumplir la esperanza que versa la canción de Roberto Carlos: “tener un millón de amigos”.

YouTube, entendiéndose también como una red social, es un escenario que permite conectar con personas de todo el mundo, con el potencial de lograr comunidades de cientos, miles o millones de usuarios.

Por ejemplo, a la fecha, el canal “MrBeast” agrupa a más de 184 millones de cuentas. Esta cifra supera con creces el número de habitantes de cualquier país de la Unión Europea (Alemania, que es el territorio con mayor población de este grupo, no supera los 90 millones de ciudadanos).

Crear comunidades es un objetivo válido para algunos YouTubers, que no esperan convertirse en figuras públicas sino lograr conversaciones, relaciones y conexiones con una audiencia extendida.

Las instituciones educativas, especialmente aquellas que apuestan por la investigación y la gestión de conocimiento, buscan -precisamente- la conformación de comunidades, en donde participan estudiantes, profesores, investigadores y empresarios.

En resumen, YouTube sirve como plataforma para el encuentro de diferentes audiencias, sin importar su ubicación geográfica y momento temporal (asincronía).

Además, gracias a las investigaciones y avances de Google en su proyecto “Aloud”, se espera que pronto los contenidos audiovisuales de la plataforma estén disponibles en todos los idiomas, eliminando esta barrera comunicativa.

Para enseñar

Mientras que las universidades continúan reflexionando -pareciera que eternamente- sobre cómo transformar sus modelos pedagógicos y alinearlos con las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones – TIC, YouTube avanza en la consolidación de diferentes herramientas y servicios que permiten la interacción entre aprendices y educadores.

Según un estudio de Hootsuite, en enero de 2022, el 42.3% de los usuarios (entre los 16 y 64 años) se conectaron a la red para obtener información y realizar actividades de enseñanza – aprendizaje.

En lo que respecta a los contenidos audiovisuales, en ese mismo periodo, el 31.3% de los videos reproducidos guardaban relación directa con la formación. El porcentaje aumenta al 53,5% cuando se segmenta la audiencia en la Generación Z.

Por último, el mismo estudio presenta una clasificación con los países que mayor consumo de contenidos educativos audiovisuales logra. Para el caso del continente americano destacan:

• Brasil (puesto tres).
• Colombia (puesto ocho).
• Argentina (puesto nueve).
• México (puesto doce).

Estos datos permiten evidenciar que la web es un escenario ideal para la enseñanza y el aprendizaje, y que los contenidos audiovisuales son una excelente mediación para ello.

Además, el concepto de “lifelong learning” es tangible en la web. Mientras que las universidades se concentran en la educación casi exclusiva para los jóvenes, plataformas como YouTube no diferencian edades, rasgos, credos o cualquier otra situación, y entregan contenidos de manera abierta.

Así pues, uno de los objetivos para abrir un canal de YouTube es educar.

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Para mejorar el perfil profesional

Por último, pero sólo para este artículo, es posible abrir un canal en YouTube para mejorar el perfil profesional y destacar entre un grupo de aspirantes a un cargo.

Por ejemplo, crear narrativas digitales, interactuar con la audiencia y diseñar estrategias de promoción y distribución de contenidos permiten a cualquier profesional desarrollar nuevas competencias comunicativas que -seguro- son de interés para las empresas.

Asimismo, YouTube puede servir como portafolio profesional, donde se presentan evidencias del trabajo que ha realizado la persona a lo largo de su vida académica y laboral.

Esta actividad no exige que el usuario se convierta en YouTuber. El canal funge como repositorio digital de su experiencia; un repositorio que está disponible las 24 horas del día, con acceso desde cualquier lugar del mundo.

Incluso, YouTube puede servir como apoyo al perfil que se expone en LinkedIn. Al final, una buena idea es crear un ecosistema de información digital alrededor de la marca personal.

A modo de cierre

Técnicamente, crear un canal en YouTube es una actividad sencilla, que puede tomar entre tres y cinco minutos. Existe una amplia documentación sobre el proceso, además que los requisitos son simples y fáciles de lograr.

Sin embargo, la recomendación es considerar el «para qué» del canal, es decir, qué se pretende lograr con este nuevo medio de comunicación.

La claridad de esta pregunta permite al YouTuber (sea persona o jurídica) definir y consolidar diferentes estrategias y tácticas, destacando el plan de contenidos y la estrategia de publicación y distribución.

Unas posibles respuestas al para qué» pueden ser:

• Ser famoso.
• Ganar dinero.
• Crear comunidades.
• Enseñar.
• Mejorar el perfil profesional.

Los objetivos pueden ser más, pero dependerá de la intención y el compromiso del creador de contenidos. Incluso, una de las metas que busca el canal de YouTube puede ser “por simple diversión”.

Uno u otro objetivo, el canal debe responder a algo, así la respuesta mute en el futuro.

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Por:
Juan Carlos Morales S.
Comunicador y educador
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